BUDAPEST 2013
VII European Masters Water Polo Championships
ARTICULO
A finales de Septiembre del año pasado, fijamos como uno de los objetivos de la temporada 2012-13 nuestra participación en el Europeo Master de Waterpolo que se celebraría entre el 24 y el 29 de Junio de este año en la famosa Isla Margarita de Budapest, una de las cunas del waterpolo.
Que el organizador fuese Hungría, con todo lo que significa este país para el waterpolo, era más que suficiente para generar en todos nosotros una gran ilusión con el campeonato. Ni siquiera era necesario recordar los nueve oros olímpicos ni los dos títulos mundiales que los húngaros acreditan en su palmares. Sabíamos que sería un gran evento y que merecía la pena ir.
Pero las fechas, distintos temas laborales y personales y por supuesto, la actual crisis que parece no tener fin, hicieron que no fuera posible inscribir un equipo del Real Canoe.
Finalmente viajaron José Luis Martín y Juan Carlos Lorenzo, ambos del Real Canoe, que junto con Javier Chocarro y Ángel Irurtia, ambos del WP Navarra y Adrián Ortiz, otro amigo waterpolista radicado en Holanda se incorporaron a las filas del Europa Sporting Roma de Italia para participar en la categoría + 50.
El VII Campeonato Europeo Master fue un éxito incluso antes de comenzar, con un record de inscripciones: 62 equipos en total!
El objetivo del Europa Sporting era jugar la final para lo cual era imprescindible quedar primeros del grupo A en la primera fase del campeonato.
Esa era la única manera de evitar en los cruces de semifinales a los actuales campeones del mundo, el Dynamo de Moscú porque se daba por descontado que ellos serian los primeros de su grupo.
Y no fue nada fácil lograrlo. Cada uno de los tres partidos de esta fase, contra el PSV holandés, el Old Boys de Praga y el Universant de San Petersburgo fueron partidos con demasiados altibajos en nuestro nivel de juego, con muchos nervios que ocasionaron más errores que aciertos, pero conseguimos el primer puesto.
Mientras tanto los rusos arrasaban en su grupo dando cátedra, ganando cada uno de sus partidos por más de 13 goles de diferencia. Un auténtico paseo.
Ya en semifinales nos tocó jugar contra el Sunday Boys, segundo del grupo B, que desafortunadamente para nosotros era el equipo local y obviamente esa condición tuvo su peso en el desarrollo del partido.
El marcador fue cambiante, el primer cuarto lo ganamos 2-0, al final del segundo manteníamos una mínima diferencia y aun ganábamos 3-2, sin embargo, en el tercero -con el empuje de su afición- nos empataron y se pusieron por delante. Empezamos el último cuarto perdiendo 4-5, pero en nuestro primer ataque logramos empatar. Entonces el partido entró en una sucesión de errores donde ambos equipos desperdiciábamos las oportunidades que se nos presentaban para adelantarnos en el marcador. Finalmente, a falta de poco más de dos minutos para la terminación del partido, los húngaros aprovecharon una desafortunada jugada de nuestra defensa, que en un intento de ceder el balón al portero, dieron un pase a la mano de un húngaro que lo aprovechó perfectamente convirtiendo el gol de la victoria y obteniendo así el ansiado pase a la final contra los rusos.
Para nosotros quedó el consuelo de jugar por el bronce contra los Old Boys de Praga y después del varapalo del día anterior no fue fácil, o mejor dicho, lo complicamos bastante, aunque finalmente, pese a lo mal que jugamos, ganamos por dos goles.
Los rusos, jugando a media máquina ganaron la final a los húngaros 9 a 3. Y lo de media máquina es prácticamente literal si tenemos en cuenta que, en la primera fase, le habían ganado 18 a 3.
Resumiendo, fue un campeonato que nos dejó una sensación agridulce: la decepción por perder una semifinal que se podía ganar y la alegría por la medalla de bronce.
Por último, sólo dos cosas más: nuestro profundo agradecimiento a los amigos italianos que nos dieron la oportunidad de disfrutar con ellos unos momentos inolvidables y un deseo para el próximo campeonato: que podamos participar con un equipo del Real Canoe.
Juan Carlos Lorenzo Redondo.
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